El Islam, una religión universal
La religión del Islam ha traído misericordia y guía para todos los pueblos, con sus diferentes culturas, razas, costumbres y países, tal como dijo el Altísimo: “Y no te hemos enviado sino como misericordia para el universo” (Corán 21:107).
El Islam respeta todas las costumbres de los pueblos y sus tradiciones y no obliga al nuevo musulmán a que las cambie, a menos que estas sean contrarias a las normas establecidas por el Islam. Así, las costumbres que sean contrarias a las normas establecidas por el Islam deben ser cambiadas por algo que esté acorde con ellas, dado que Quien ordena y prohíbe en sí es Allah, el Sapiente, el Conocedor de todo, glorificado y alabado sea, y la forma de demostrar nuestra creencia es poniendo en práctica estas normas.
El nuevo musulmán no tiene obligación de seguir o adoptar las costumbres de las comunidades musulmanas que no estén relacionadas con el Islam y sus reglamentos. Esto debido a que son simples costumbres que practica la gente y que están permitidas siempre y cuando no contradigan las enseñanzas del Islam.
Toda la Tierra es un lugar para la adoración de Allah
El Islam considera toda la Tierra como un lugar idóneo para la vida y la adoración de Allah; por lo mismo, no hay ningún país y lugar definido y que sea obligatorio para que el musulmán emigre y resida en él, sino que se considera que en cualquier lugar del mundo puede realizar sus actos de adoración a Allah.
Tampoco es obligatorio para el musulmán desplazarse o emigrar a otro lugar, a menos que le sea prohibida la práctica de su religión en el lugar donde se encuentra, entonces debe trasladarse a otro lugar en el que pueda adorar a Allah sin problemas, tal como dijo el Altísimo: “¡Oh, siervos Míos que han creído! Por cierto que Mi Tierra es extensa, adórenme, pues, sólo a Mí” (Corán 29:56).