El Islam, la religión de la vida
El Islam es una religión que pone al mismo nivel la vida mundana y la Otra Vida. De esta forma, la vida mundanal es el terreno en el que el musulmán siembra lo bueno en todos los ámbitos, para obtener Su recompensa en esta vida y en la Otra. Esta cosecha y siembra necesita una actitud fuerte, activa, seria y responsable hacia la vida. Esto se expresa de las siguientes formas:
Desarrollo de la civilización:
Dijo Allah, el Altísimo: “Él los creó de la tierra y los hizo vivir en ella” (Corán 11:61). Allah nos ha creado en esta Tierra y nos ha ordenado habitarla y hacerla progresar por medio del desarrollo y las obras que sirven a la humanidad y que no son contrarias a las normas del Islam. Allah ha hecho que la residencia y progreso en la Tierra sea uno de los objetivos del ser humano y parte de la adoración, incluso en las circunstancias más difíciles, y por eso enseñó el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), que si el musulmán se encuentra cultivando su tierra, y en ese momento comienza el Día Final, si puede debe sembrar las semillas que tenga en su mano, para que esta sea una caridad en su favor (Al Musnad: 2712).
La convivencia:
El Islam invita a la gente a participar en la formación de la civilización, en las mejoras y la convivencia pacífica para poder llegar al nivel ético más alto y a un comportamiento correcto, a pesar de las diferencias de culturas y religiones. También nos advierte que el ascetismo y la lejanía de la gente no es una forma de prédica ni de santidad, y por eso hizo que el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estuviera entre la gente y fuera paciente ante las dificultades que le planteaba la convivencia, y que eso era mejor que alejarse de ellos (Ibn Máyah, 4032).
La religión del conocimiento:
No es una casualidad que la primera palabra del Corán que fue revelada al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), haya sido “Lee”, y con esto se reafirma el apoyo del Islam a todos los tipos de conocimientos que sean beneficiosos para la humanidad, llegando a convertir este camino del conocimiento en la senda hacia el Paraíso para aquel musulmán que se esfuerza en la búsqueda del saber. Tal como dijo el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “A quien sigue un camino que conduce al conocimiento, Allah, por medio de éste, le facilita uno de los caminos al Paraíso” (Ibn Hibán 84).
El Islam nunca conoció un enfrentamiento entre la religión y la ciencia, como les sucedió a otras religiones; muy por el contrario, el Islam incentivó la investigación de la ciencia porque esta es en beneficio de la humanidad.
El Islam honra al sabio y al maestro que enseña a la gente el bien, ya que el mismo Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Todos los seres creados rezan por la persona que enseña el bien a la gente” (At-Tirmidhi 2685).