La creencia en los Profetas

La necesidad de la gente por el mensaje divino:

La gente necesita del mensaje divino que les explique las leyes esenciales y los guíe a lo que es correcto, porque el mensaje es el alma, la luz y la vida del mundo. ¿Qué posibilidades tendría el mundo sin alma, sin vida y sin luz?

Por eso Allah denomina a Su mensaje como “espíritu”, porque si no está presente, no hay vida. Dijo Allah al respecto: “Te hemos revelado el Espíritu [el Corán] por Nuestro designio; tú no conocías los libros [revelados anteriormente] ni la fe [en los preceptos divinos], pero hicimos que él fuera una luz con la que guiamos a quienes queremos de entre Nuestros siervos, y tú [¡oh, Muhámmad!] en verdad guías al sendero recto” (Corán 42:52).

La razón también necesita el mensaje, porque a pesar de que sabe discernir entre el bien y el mal de forma general, no puede conocer esto de forma detallada, ni saber cómo es la adoración ni su forma de hacerla, porque la única forma de acceder a este conocimiento es a través de la Revelación.

No hay otra vía a la felicidad en esta vida y en la Otra excepto tomados de la mano de los mensajeros. No hay otra forma de reconocer con precisión lo bueno y lo malo si no es por sus enseñanzas. Quien rechace el mensaje vivirá en constantes dudas, dificultades y turbulencias.

Uno de los pilares de la fe:

La creencia en los mensajeros de Allah es uno de los seis pilares de la fe. Dijo Allah: “El Mensajero y sus seguidores creen en lo que le fue revelado por Su Señor. Todos creen en Allah, en Sus ángeles, en Sus libros y en Sus mensajeros. No hacemos diferencia entre ninguno de Sus mensajeros” (Corán 2:285).

Esta aleya nos indica la obligación de creer en todos los mensajeros, que la paz sea con ellos, sin hacer diferencia entre ellos, para no ser como los judíos y los cristianos que aceptan a unos mensajeros pero rechazan a otros.

Dijo el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “La fe es que creas en Allah, Sus ángeles, Sus libros, Sus mensajeros y el Día Final, y que creas en el decreto divino, tanto lo agradable como lo desagradable” (Muslim 8).

Significado de la creencia en los mensajeros:

Es creer firmemente que Allah ha enviado a cada comunidad un Mensajero que invitaba a la gente a adorar únicamente a Allah, sin ningún coparticipe. Significa creer que todos los mensajeros fueron veraces y dignos de credibilidad, piadosos, confiables, guía para los extraviados, y que han entregado todo lo que Allah les ha revelado, sin esconder ni cambiar nada, ni añadir ni tergiversar ni una sola letra de la Revelación. Dijo Allah: “Los mensajeros sólo tienen la obligación de transmitir el mensaje con claridad” (Corán 16:35).

¿Qué implica la creencia en los mensajeros?

  1. La creencia en que los mensajes provienen de Allah, y que los mensajes de todos los mensajeros invitaban al monoteísmo, es decir, adorar solamente a Allah, sin coparticipe ninguno, tal como ha dicho Allah en el Corán: “Por cierto que enviamos a cada comunidad un Mensajero [para que los exhortase a] adorar a Allah y a evitar al Seductor” (Corán 16:36).

Las leyes que recibieron los profetas pueden diferir entre sí en asuntos secundarios de lo lícito y lo ilícito, ya que cada mensaje era adecuado para la comunidad a la que iba dirigido, tal como dijo Allah: “A cada comunidad le hemos dado una legislación propia y una norma” (Corán 5:48).

  1. La creencia en todos los mensajeros y profetas. Creer en aquellos profetas que Allah ha mencionado por sus nombres, por ejemplo, Muhámmad, Abraham, Moisés, Jesús y Noé, que la paz y las bendiciones sean con ellos; y también creemos de forma general en aquellos cuyos nombres no fueron mencionados. Quien rechace el mensaje de uno de ellos, los habrá rechazado a todos.
  1. Creer en todas las historias auténticas que se encuentran en el Corán y la Sunnah sobre los mensajeros y sus milagros, como por ejemplo, la historia de Moisés cuando separó el mar.
  1. Practicar la ley del Mensajero que nos fue enviado, el mejor y sello de los Profetas: Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).

Características de los mensajeros:

  1. Son seres humanos, y la diferencia que hay entre ellos y las demás personas es que Allah los ha elegido para recibir la revelación y el Mensaje. Dijo Allah, el Altísimo: “No enviamos antes de ti sino hombres a quienes les transmitíamos Nuestra revelación” (Corán 21:7). Ellos no poseen ninguna característica ni atributo divino, sólo son seres humanos que han alcanzado la integridad en su comportamiento interno y externo, entregando un ejemplo completo de ética y moral. Tenían una lógica y una elocuencia que los hacía merecedores de dirigir a los seguidores del mensaje y cumplir la misión profética. Allah hizo que los mensajeros pertenecieran al género humano para que fueran un modelo ante sus iguales, de esta manera seguir y tomar el ejemplo del Mensajero estaría dentro de la capacidad y al alcance de la gente.
  1. De entre toda la gente Allah los ha designado para portar el mensaje y los ha elegido para recibir la Revelación, tal como dijo Allah: “Diles: Yo no soy más que un hombre a quien se le ha revelado que ustedes sólo deben adorar a Allah, la única divinidad” (Corán 18:110). La Profecía y el Mensaje no se adquieren por mérito espiritual ni intelectual, sino que es una elección de Allah con la cual honra a los profetas. Dijo Allah: “Allah sabe mejor que nadie en quién confiar Su Mensaje” (Corán 6:124).
  1. Son infalibles en lo que trasmiten de la revelación. No se equivocan en sus enseñanzas sobre Allah, como tampoco se equivocan al ejecutar lo que Él les ha revelado.
  2. Son veraces. Los mensajeros, que la paz sea con ellos, son veraces en lo que dicen y lo que hacen. Dijo el Altísimo: “Esto fue lo que prometió el Misericordioso, y corroboraron con la verdad los mensajeros” (Corán 36:52).
  3. La paciencia. Cumplieron su función de invitar a la gente a la religión de Allah, predicando y amonestando, sufriendo ataques y dificultades, pero tuvieron paciencia y siguieron en Su senda para llevar la palabra de Allah a lo más alto. Dijo Allah: “Sé paciente [¡oh, Muhámmad!], como lo fueron los mensajeros más destacados” (Corán 46:35).

Los milagros de los mensajeros:

Allah, el Altísimo, ha apoyado a Sus mensajeros con pruebas y muestras de diferentes tipos, para reafirmar la veracidad de su profecía. Entre estas formas se encuentran los milagros y las evidencias externas, las cuales están fuera del poder humano. De esa forma demostraron la veracidad del mensaje que habían recibido. Un “Milagro” se define como un hecho sobrenatural que Allah manifiesta en manos de Sus profetas y mensajeros, siendo imposible para cualquier ser humano realizarlo.

Entre ellos tenemos:

  • La transformación del bastón de Musa (Moisés) en una serpiente.
  • La información que daba Isa (Jesús) a su gente sobre lo que comían y hacían en sus hogares.
  • Cuando la Luna se separó en dos mitades para nuestro Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).

La creencia del musulmán sobre Isa (Jesús, la paz sea con él):

  1. Jesús es uno de los mayores mensajeros y de obra más destacada, pertenece al grupo de los profetas mayores, integrado por: Muhámmad, Ibrahim (Abraham), Nuh (Noé), Musa (Moisés) e Isa (Jesús), que la paz sea con todos ellos. Allah los ha citado en el versículo: “Celebramos una alianza con todos los profetas; la misma que concertamos contigo [¡oh, Muhámmad!], con Noé, Abraham, Moisés y Jesús, hijo de María. Y tomamos de ellos un compromiso firme” (Corán 33:7).
  2. Isa (Jesús, la paz sea con él) fue un ser humano elegido por Allah para ser enviado a los Hijos de Israel. Isa llevó a cabo grandes milagros, pero no tuvo ni tiene ningún atributo divino, tal como dijo Allah: “En verdad Jesús es sólo un siervo a quien agraciamos [con la profecía], y lo enviamos como ejemplo a los Hijos de Israel” (Corán 43:59). Isa (Jesús) jamás ordenó a su pueblo que lo adoraran a él ni a su madre como dioses junto a Allah. Él sólo les ha dicho lo que le fue ordenado por Allah: “No les he dicho sino lo que Tú me has ordenado: ‘Adoren a Allah, mi Señor y el de ustedes’” (Corán 5:117).

     El musulmán cree que Jesús (la paz sea con él) fue uno de los mayores mensajeros, pero no es Dios, ni fue asesinado ni crucificado.

  3. Isa (Jesús) fue hijo de Máriam (María), una mujer piadosa, veraz, fiel y entregada al servicio de Allah; inmaculada, íntegra, virginal, quien quedó embarazada de Isa (Jesús) sin padre que lo engendrara, sólo por poder y voluntad de Allah. La creación de Isa fue un milagro, tal como Allah creó a Adán sin padre ni madre. Como dijo Allah en el Corán: “Por cierto que el ejemplo de Jesús ante Allah es semejante al de Adán, a quien creó de barro y luego le dijo: “¡Sé!”, y fue” (Corán 3:59).
  4. No hubo ningún mensajero entre Jesús hijo de María y Muhámmad, dado que Isa anunció la venida de nuestro Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones sean con ellos) tal como dijo Allah en el versículo: “Y cuando Jesús, hijo de María, dijo: ‘¡Oh, hijos de Israel! Yo soy el Mensajero de Allah, enviado a ustedes para corroborar la Tora y anunciar a un Mensajero que vendrá después de mí llamado Áhmad [este era uno de los nombres del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)]. Pero cuando se les presentaron las evidencias, dijeron: ¡Esto es pura magia!” (Corán 61:6).
  5. Creemos en los milagros que Allah realizó a través de él, como por ejemplo: La curación del leproso, del ciego y la resurrección de los muertos; de su conocimiento sobre lo que la gente había comido o habían hecho dentro de sus hogares, siendo todo esto posible por permiso y poder de Allah, glorificado sea. A través de estos milagros Allah otorgó una clara evidencia de la veracidad y mensaje de Isa.
  6. No se considera completa la fe hasta creer que Isa fue servidor y Mensajero de Allah, que fue inocente de las características con que lo han descrito los judíos y que Allah lo ha protegido de las mismas; como tampoco aceptamos las creencias de los cristianos sobre él, ya que se desviaron de la realidad de Isa hijo de Máriam, al considerarlo a él y a su madre como divinidades junto a Allah, algunos de ellos dijeron que era “Hijo de Allah”, y otros dijeron “es parte de una Trinidad divina”. ¡Alabado sea Allah!, Él está por encima de semejante descripción.
  7. Isa no fue asesinado ni crucificado, sino que Allah lo elevó a los cielos cuando algunos judíos y romanos quisieron matarlo. Allah permitió que otra persona que se le parecía fuera confundida con él, al cual mataron y crucificaron, tal como dijo Allah: “Y ellos dijeron: ‘Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de Allah’. Pero no lo mataron ni lo crucificaron, sino que se les hizo confundir [con otro a quien mataron en su lugar]. Quienes discrepan sobre él tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que siguen suposiciones, y en verdad no lo mataron. Allah lo ascendió al cielo [en cuerpo y alma]. Allah es el Poderoso, el Sabio. Entre la Gente del Libro no habrá nadie que no crea en Jesús antes de su muerte [cuando descienda otra vez a la Tierra]. El Día de la Resurrección, él atestiguará contra ellos” (Corán 4:157-159).

Allah lo protegió elevándolo a los cielos, y vendrá al final de los tiempos a la Tierra y gobernará siguiendo las leyes reveladas al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y después morirá, será sepultado y resucitará como todos los seres humanos, tal como dice el versículo: “De ella [la tierra] los hemos creado, a ella los haremos retornar [cuando mueran], y de ella los haremos surgir nuevamente [el Día de la Resurrección]” (Corán 20:55).

La creencia en que Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue Profeta y Mensajero:

  • Creemos que Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue servidor de Allah y Su Mensajero, líder de los primeros y de los últimos. Muhámmad fue el sello de los profetas, no habrá otro Profeta después de él. Entregó el mensaje, difundiéndolo, aconsejando a la comunidad y luchando por Allah con todos sus esfuerzos.
  • Creemos en lo que ha dicho y obedecemos lo que ha ordenado, nos alejamos de lo que nos ha prohibido, adoramos a Allah conforme a sus enseñanzas, y nos guiamos por su ejemplo. Dijo Allah: “Y a quienes de ustedes obedezcan a Allah y a Su Mensajero, y obren rectamente, les duplicaremos la recompensa y les tendremos preparado un sustento generoso” (Corán 33:31).
  • Debemos amar al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) más de lo que amamos a nuestros padres, hijos y la gente en general, tal como dijo el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “No completa su fe ninguno de ustedes hasta que yo sea más amado que sus padres, sus hijos y toda la gente” (Al Bujari 15, Muslim 44). Y se demuestra ese amor verdadero hacia él practicando su Súnnah y siguiendo su ejemplo, dado que la felicidad y la buena guía no pueden alcanzarse sino por medio de la obediencia a él, tal como dijo Allah en el versículo: “Pero diles [¡oh, Muhámmad!]: ‘No juren en falso, la obediencia de ustedes es sólo de palabra. En verdad Allah está bien informado de lo que hacen’” (Corán 24:53).
  • Aceptamos lo que nos ha enseñado el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) rescatamos su Sunnah, y le damos suma importancia a su guía, tal como dijo Allah: “Pero no, [juro] por tu Señor que no creerán a menos que te acepten como juez de sus disputas, y no se resistan a aceptar tu decisión y se sometan completamente” (Corán 4:65).
  • Tenemos que ser precavidos de contrariar las órdenes del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) porque desobedecerlas es causa de sedición, perdición y castigo. Dijo Allah sobre esto: “Y que aquellos que desobedezcan las órdenes del Mensajero de Allah [y rechacen su mensaje] estén precavidos, no sea que les sobrevenga una desgracia o los azote un severo castigo” (Corán 24:63).

Particularidades del mensaje entregado a Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él):

El mensaje entregado a Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se diferencia de los mensajes anteriores por las siguientes características::

  • El mensaje que recibió Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es la conclusión de los mensajes y revelaciones anteriores. Dijo Allah, el Altísimo: “Muhámmad no es el padre de ninguno de ustedes, sino el Mensajero de Allah y el Sello de los profetas” (Corán 33:40).
  • El mensaje revelado a Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) deroga las revelaciones anteriores; en consecuencia, Allah no acepta ninguna religión después de la revelación del Islam al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y sólo acepta que se siga la forma enseñada por Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), el más honorable de los mensajeros. Y nadie llegará a disfrutar de las gracias del

Paraíso si no es siguiendo su ejemplo, porque él es el más ilustre de los mensajeros, su comunidad es la más piadosa, y la legislación que Allah le entregó es la más completa. Dijo Allah: “Quien siga una religión diferente al Islam [el sometimiento a Allah] no se le aceptará, y en la Otra Vida se contará entre los perdedores” (Corán 3:85). Dijo el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Juro por Aquél que tiene la vida de Muhámmad en Sus manos, que todas las personas de esta comunidad, sean judíos o cristianos, que hayan escuchado sobre mí y mueran sin creer en lo que me fue enviado, formarán parte de la gente del Fuego” (Muslim 153, Áhmad 8609).

El mensaje de Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es universal, para todas las criaturas poseedoras de libre albedrío: los genios y los seres humanos. Dijo Allah en un relato sobre lo dicho por los genios: “¡Oh, pueblo nuestro! Si obedeces al Mensajero de Allah y crees en él, tu Señor te perdonará las faltas y te salvará de un castigo doloroso” (Corán 46:31). Y dijo también: “Y no te enviamos [¡oh, Muhámmad!] sino como albriciador y amonestador para todos los hombres. Pero la mayoría lo ignora” (Corán 34:28). También dijo el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “He sido privilegiado entre el resto de los enviados por seis cosas: Se me han concedido las mejores y más elocuentes palabras (el Corán), se me ha auxiliado por medio del temor (de mis enemigos), se me ha permitido disfrutar de los botines, se me ha concedido la tierra para purificación y como lugar de prosternación (mezquita), he sido enviado para toda la humanidad, y soy el sello de los profetas” (Al Bujari 2815, Muslim 523).

Frutos de la creencia en los mensajeros:

La creencia en los mensajeros posee magníficos frutos, entre ellos:

  1. Conocer la misericordia divina y Su cuidado por Sus siervos, pues envió a los mensajeros para que los hombres fueran guiados por el camino correcto, y que les enseñaran la forma con la que debían adorar a Allah, dado que el raciocinio del ser humano no puede llegar a comprender esto. Dijo Allah sobre nuestro Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Te hemos enviado [¡oh, Muhámmad!] como misericordia para todos los seres” (Corán 21:107).

  2. Agradecer a Allah por esta maravillosa gracia.

  3. Amar a los mensajeros (que la paz y la bendición sea con ellos), respetarlos y elogiarlos como lo merecen, dado que adoraron aAllah, predicaron Su mensaje y aconsejaron a Sus siervos.

  4. Seguir el mensaje revelado por Allah que trajeron los mensajeros: la adoración única a Allah sin ningún coparticipe, y la puesta en práctica de este mensaje para que los creyentes puedan realizar el bien, obtener la guía y la felicidad en ambas vidas. Dijo Allah: “Quienes sigan Mi guía no se extraviarán ni serán desdichados. Pero quien se aleje de Mi recuerdo [Su religión] llevará una vida mísera, y el Día del Juicio lo resucitaremos ciego” (Corán 20:123-124).

 La mezquita Al Aqsa tiene un lugar especial en el corazón de los musulmanes, ya que fue la segunda mezquita construida en la Tierra, luego de la mezquita de La Meca, y el Profeta Muhámmad junto al resto de los profetas (que la paz de Allah sea con todos ellos) realizaron allí una oración.