La especulación y la venta de productos sin conocer su estado

Es todo intercambio en el cual no se saben todos los detalles o existen puntos oscuros que pueden ser motivo de disputa y conflicto entre las partes, o que lleve al engaño de una parte sobre la otra.

El Islam prohíbe este tipo de transacciones para no dejar lugar al conflicto, engaño o injusticia. Estas negociaciones están prohibidas en el Islam aunque sus partes estén de acuerdo. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) prohibió las transacciones en las que existe especulación (Muslim 1513).

Ejemplos de transacciones especulativas:

  1. La venta de las frutas antes de saber si es buena cosecha y antes de su maduración. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) la prohibió porque cabe la posibilidad de que se pierdan o se corrompan.
  2. Pagar por un cofre sin saber lo que contiene, si es valioso o no.

¿Cuándo influye la especulación?

La especulación no causa la invalidez de los contratos, excepto si es abusiva y tiene lugar en el contrato mismo y no en sus repercusiones.

Por ejemplo, es lícito que el musulmán compre una casa sin saber exactamente con qué materiales está construida, puesto que en este caso la ignorancia es mínima y forma parte de las repercusiones del contrato y no de su origen.

 La injusticia y la expropiación sin derecho

 Apropiarse de los bienes ajenos, aunque sea algo mínimo, es un pecado y un crimen gravísimo.

La injusticia y la expropiación son actos muy graves, y el Islam nos advierte contra ellas. Dijo el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “La injusticia será oscuridad el Día de la Resurrección” (Al Bujari, 2315; Muslim 2579). La injusticia es uno de los pecados más graves y un crimen cruel, quien cometa una injusticia será condenado al peor castigo en la Otra Vida. Dijo el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Quien robe un palmo de tierra será aplastado por siete tierras en el Día de la Resurrección” (Al Bujari, 2321; Muslim 1610).

 

Ejemplos de injusticia en las transacciones:

  1. La coacción: La coacción, sea cual fuere su naturaleza, es ilícita. Ningún contrato ni intercambio es válido excepto por la voluntad y satisfacción de todas las partes. Como dijo el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “El comercio se basa en el mutuo acuerdo” (Ibn Máyah 2185).
  2. El engaño: Apropiarse del dinero de los demás sin derecho es uno de los pecados más graves. Dijo el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Quien nos engaña no es de los nuestros” (Muslim 101). La historia de este reporte es que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue al mercado y vio un saco de granos, metió su noble mano en el saco y lo encontró mojado, preguntó al vendedor: “¿Por qué engañas así?”, éste le respondió: “Lo mojó la lluvia”; entonces el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “¡Tienes que ponerlo al descubierto para que la gente lo vea!”, y a continuación sentenció: “Quien nos engaña no es de los nuestros” (Attirmidhí 1315).

     El Mensajero de Allah maldijo al que ofrece un soborno y a quien lo acepta.

  3. Las trampas legales: Para apropiarse de bienes sin derecho, como quien por conocimiento de las leyes y por astucia se apropia de los bienes ajenos aunque fuera utilizando las leyes y los juzgados; no obstante, las sentencias de los jueces nunca pueden convertir lo injusto en justo, tal como dijo el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Soy una persona; cuando ustedes vienen a mí para resolver sus conflictos, unos son más elocuentes que otros, y juzgo en base a lo que escucho; si mi juicio favorece a alguien que no lo merece, que sepa que le estoy dando un trozo del Fuego” (Al Bujari, 6748; Muslim 1713).
  4. El soborno: consiste en que una persona pague a otra para conseguir lo que no le pertenece por derecho, es una de las injusticias más denigrantes y uno de los pecados más graves. El Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) maldijo al que ofrece un soborno y a quien lo acepta (At-Tirmidhí 1337).

Toda sociedad que sufra la lacra del soborno se corrompe y su organización se deshace, además su desarrollo y su prosperidad se estancan.

¿Qué juicio merece quien consiguió bienes de manera ilícita antes de convertirse al Islam?

Toda persona que entra en el Islam y que se haya apropiado de bienes de gente injustamente, por ejemplo a través del robo o el timo, tiene la obligación de devolver esos bienes a sus legítimos propietarios si los conoce, si es capaz de hacerlo y no causa un perjuicio para él.

A pesar que esos bienes obtenidos injustamente se hayan conseguido antes de su conversión al Islam, los mismos permanecen bajo su autoridad, por lo tanto, es necesario devolverlos. Dijo Allah, el Altísimo: “Allah les ordena que restituyan a sus dueños lo que se les haya confiado” (Corán 4:58).

Si la persona no alcanza a conocer al legítimo propietario, puede repartir esos bienes en obras de caridad.

Las apuestas

 Las apuestas causan adicción.

¿Qué se considera juego de apuestas?

Las apuestas se dan en las carreras y concursos, donde compiten los jugadores, concursantes o apostantes, y quien gana se queda con el dinero de los demás; así, cada uno de los participantes apuesta para ganar el dinero del otro o perder el suyo.

Su veredicto en el Islam:

Las apuestas están tajantemente prohibidas en el Islam, y así se explica en el Corán y en las enseñanzas proféticas:

  1. El pecado y los daños que suponen las apuestas son peores que sus beneficios y utilidad. Dijo Allah, el Altísimo: “Te preguntan [¡oh, Muhámmad!] acerca de las substancias embriagantes y los juegos de apuestas. Diles: Son de gran perjuicio, a pesar de que también hay en ellos algún provecho para los hombres; pero su perjuicio es mayor que su provecho” (Corán 2:219).
  2. Allah decretó que las apuestas son obras inmundas que contaminan el alma por sus efectos nocivos sobre las personas y la sociedad, y ordenó apartarse de ellas porque son motivos de división y odios, así como de la falta de piedad y del recuerdo de Allah. Dice en el Corán: “¡Oh, creyentes! Los embriagantes, los juegos de apuesta, los altares [sobre los cuales eran degollados los animales como ofrenda para los ídolos] y consultar la suerte valiéndoos de flechas, son una obra inmunda de Satanás. Absténganse de ello y así tendrán éxito. Satanás sólo pretende sembrar entre ustedes la enemistad y el odio valiéndose de los embriagantes y los juegos de apuesta, y apartarlos del recuerdo de Allah y la oración. ¿Acaso no van a abstenerse?” (Corán 5:90-91).

Los perjuicios de las apuestas sobre el individuo y la sociedad:

Las apuestas tienen perjuicios muy graves sobre el individuo y la sociedad, estos son algunos de ellos:

  1. Siembran la hostilidad y el rencor entre la gente; generalmente los jugadores suelen ser amigos en principio, pero cuando gana alguno de ellos los demás tienden a reaccionar con decepción y resentimiento, e intentarán vengarse de él utilizando cualquier artimaña para ello. Así es esta realidad perfectamente descrita por Allah en el Corán: “Satanás solo pretende sembrar entre ustedes la enemistad y el odio valiéndose de los embriagantes y los juegos de apuesta, y apartarlos del recuerdo de Allah y la oración. ¿Acaso no van a abstenerse?” (Corán: 5:91); además, estos vicios distraen a las personas del recuerdo de Allah y de sus oraciones, tal como dijo Allah, el Altísimo, sobre las motivaciones que persigue el diablo detrás de estos vicios: “…y apartarlos del recuerdo de Allah y la oración” (Corán: 5:91).
  2. Las apuestas hacen perder la bendición de Allah en los bienes que da y hace perder la riqueza a los apostantes.
  3. El apostante cae fácil y rápidamente en la adicción, puesto que cuando gana lo domina la codicia e intenta ganar más y más dinero ilícito, y cuando pierde apuesta cada vez más para recuperar sus pérdidas, y así se convierte en esclavo del juego; como consecuencia, lleva a la destrucción de la persona y de la sociedad.

 Todo tipo de apuestas está tajantemente prohibido y es uno de los pecados más graves.

Tipos de apuestas:

Hay muchos tipos de apuestas, antiguas y modernas, éstas son algunas de las modernas:

  1. Apuestas en las que el ganador se lleva todo el dinero, como cuando un grupo de personas juegan a las cartas (como el póker), cada uno pone su carta junto con la cantidad que apuesta, y quien tiene la carta ganadora se lleva todo el dinero.
  2. Apostar por un equipo o jugador: Los apostantes ponen su dinero y cada uno aguarda a que gane su equipo, una vez terminado el partido, el que apostó por el equipo ganador se lleva el dinero de la apuesta y los demás pierden.
  3. La lotería, la suerte y las rifas, como comprar unbillete por un dólar para participar en un sorteo para ganar miles de dólares.
  4. Apuesta se considera a todo juego, ya sea en persona, como por teléfono, por internet o cualquier otro medio, en los cuales el jugador apuesta, y se arriesga a ganar una cantidad de dinero o perderla.